miércoles, 1 de agosto de 2018

Hombre, "Conócete a ti Mismo"


HOMBRE, "CONOCETE A TI MISMO"

"Nosce te ipsum” (latin) – “Gnosti te autvn” (griego). Inscripción puesta por los siete sabios de Grecia en el pronao (puerta) del templo de Apollo en Delfos, lugar de culto en la antigua Grecia."

"Te advierto, quien quieras que fueres... ¡Oh! Tú que deseas sondear los arcanos de la naturaleza, que, si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera.  Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿cómo pretendes encontrar otras excelencias? En ti se halla oculto el Tesoro de los Tesoros...  ¡Oh! Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el universo y a los Dioses”.


Este adagio representa la raíz de la sabiduría espiritual actual, esa en la que como nuevo auge se topa con lo que son las practicas de meditación, yoga, reiki, etc. Su origen es bien antiguo se remonta a los años 500 antes de Cristo en los tiempos en que grandes sabios de Grecia como Heráclito, Heródoto y Píndaro esparcían su sabiduría para el mundo. Este adagio ha sido atribuido a muchos otros sabios griegos como Quillón de Esparta, Tales de Mileto, Pitagoras, Femonoe y Solon de Atenas.  Aunque no solo se ha limitado a Grecia, también se dio en otras culturas antiguas como: Israel, Los Veda y Avesta, Confucio, Lao-Tsé, los Tirthankara, Buda, Homero, Eurípides, Sófocles, Platón y Aristóteles. Socrates lo lleva al terreno filisofico y le da diferentes matices; Platon lo orienta hacia la verdadera sabiduria.

Este concepto también es encontrado en la biblia: (Cantos 1,8. “Si tu no te conoces, seguiras el camino del rebaño”; 1 Timothy 4:16 “Estate atento a ti mismo y de la doctrina, persiste en ello, pues haciendo esto te salvaras a ti mismo y alos que te oigan" en Latin "Attende tibi ipsi et doctrinae, permane in his; hoc enim si feceris, et te ipsum servabis, et eos qui te audiunt")  San Agustín hace uso de este adagio orientandolo a Dios, diciendo que el fin de la vida es “noverim te, noverim me” “conocerte y conocerme”.  Todo esto debido a que “Dios esta en nosotros” y si así es allí es donde podremos encontrarlo. 

La meditacion es la serena reflexion que lleva la mente del hombre a la quietud y al silencio de la mente, la conciencia habla y despierta el alma. Nos hacemos uno con nuestra esencia original y llegamos al Shamadi o cielo. Nuetro microcosmos hace contacto con el macrocosmos de donde todo proviene y podemos ver la pintura (el mundo) desde afuera, la podemos ver completamente y entenderla.

La práctica diaria de la meditación nos transforma radicalmente. Las gentes que no trabajan en la aniquilación del yo viven mariposeando de escuela en escuela y no encuentran su centro permanente de gravedad, mueren fracasadas sin haber logrado la Autorrealización íntima del Ser.

El hombre solo se conoce cuando hace un estudio de sí mismo yendo al fondo de sí mismo y ahí encuentra su dualidad, sus luces y sus sombras y los confronta, allí es donde los hombres luchan contra sus dragones, y crean su propia paz interna.   

El conocimiento de nosotros mismos nos proporciona sabiduría, la que no debemos confundir con inteligencia o conocimiento exterior, la inteligencia, la razón o conocimiento es una habilidad limitada a tu experiencia física, a la acumulación de recuerdos, memorias, cultura, mientras que la sabiduría concierne a la realidad del ser íntegro, completo, a su alma y al espíritu, y a la que podemos llamar preparación interior; por ello cuando se habla de sabios se habla de hombres de carácter calmado que tenían respuesta para todos los predicamentos que la vida pudiera traerles.



Los sabios antiguos y modernos preguntan: "¿Qué es aquello, cuyo conocimiento proporciona el conocimiento de todo?" Y en el mismo aliento responden: "el Conocimiento del Ser Superior, del Verdadero Hombre". Entonces el Conocimiento Supremo es aquel que trata, tanto en la teoría como en la práctica de la verdadera naturaleza del hombre y su relación con Dios.









Fuentes: